Sexploitation bakala con ínfulas de metáfora política que, de tan desbocada y delirante, acaba resultando una comedia involuntaria. Algo así como una torture porn zetosa y pretenciosa cuyo (único) objetivo es llamar la atención a base de violencia extrema y sexo chungo. Más que grima, da risa.
Lo mejor: Que de tan pasada de rosca acaba resultando divertida.
Lo peor: Su pretensión de ser algo más que un violento softcore.
La secuencia: La del ojo o el recién nacido.
En una palabra: Grotesca
Valoración: 2 /10 *
Website
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario