Lo qué cuenta: Lo que parecía ser una convencional película de venganza, con mucha sangre desparramada producto de muchos de años de ira contenida, acaba como una seca y contundente torture porn con un discurso místico -sobre la posibilidad de trascender la realidad a través del sufrimiento, de conseguir estados alterados de conciencia y poder “ver el otro lado”- tan inesperado como atractivo.Cómo lo cuenta: La primera parte es pura acción rodada con el típico montaje agresivo que termina resultando repetitivo y poco eficaz, muy en la línea de otros hits franceses del terror hiperreal como 'À l´interieur' o 'Frontière(s)'. La segunda es pura pornografía de la violencia, con una puesta en escena tan seca y árida que resulta tan sugestiva como la representación de un martirio en una pintura barroca. El final es tan excesivo y grotesco, a pesar de no filmar el desollamiento, como atractivo y fascinante.
Lo mejor: El cruce (iconográfico y filosófico) entre sadismo y misticismo.
Lo peor: La cantidad de torpezas de guión y dirección: la ridícula e innecesaria visión mística, la forzada manera de justificar las torturas por parte del personaje de la Mademoiselle, etc.
Momentazo: La tortura.
En una palabra: Sadiana
Valoración: 7 /10 ***
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