5.1.10

Sitges 2009: The House of the Devil

The house of the devil es un acercamiento nostálgico y entusiasta al cine de terror de los 70 y primeros 80. Pero no es una actualización ni un remake. La película de Ti West no sólo está ambientada en los 80, parece hecha en los 80. Formalmente utiliza muchos de sus signos distintivos: la forma de presentar los créditos, la música (donde predominan las notas inquietantes de un piano), la planificación de las secuencias (con un ritmo más pausado que en la actualidad), el uso del zoom. Y temáticamente también: las sectas satánicas, los ambientes del gótico americano. Las influencias no se esconden, y van desde el giallo sobrenatural de Argento a la Semilla del diablo de Polanski, pasando por el cine de terror ochentero protagonizado por adolescentes. Un ejercicio de estilo retro que, a pesar de un final apresurado y las propias limitaciones de la propuesta, funciona muy bien. Gracias sobre todo a una atinada creación de atmósferas y un notable uso del suspense para crear tensión y desasosiego en el espectador.

Lo mejor: Su estilo y atmósfera.

Lo peor: El precipitado y desafortunado final.

La secuencia: Toda la parte donde la protagonista espera en casa “cuidando a la abuela”.

En una palabra: Nostálgica.

Valoración: 8 /10 ****

Enlaces: Ficha/ Website

3.1.10

Sitges 2008: Home Movie

El problema de muchas ficciones que utilizan las estrategias del falso documental, sobre todo en la variante vídeo casero, es justificar la presencia de la cámara, el tener una excusa verosímil para que la cámara doméstica esté grabando un determinado momento y convertirlo así en una secuencia significativa para la ficción que se está construyendo. Home Movie empieza sorteando esta dificultad con pericia: la cámara graba las diferentes celebraciones que jalona un año de una familia media estadounidense. Buena excusa para retratar las dificultades y los problemas de convivencia de una familia, aquellos que aguardan bajo el manto lúdico de una celebración. Si además la cámara también es utilizada como herramienta de trabajo (para la madre, psicóloga infantil) y como juguete voyeurístico por el padre, las excusas se multiplican y la verosimilitud aumenta. Pero, ¿qué pasa cuando la película empieza a girar hacia el cine de terror con niños malvados y la acción empieza a verse como si estuviera rodada por un operador de cámara profesional? Que la sensación de hiperrealidad se resquebraja y la película se desmorona inevitablemente. Si no puedes llevar una estrategia narrativa hasta el final, mejor no utilizarla. ¿Y qué queda, entonces? Un filme con ideas interesantes, pero tramposo y, a la postre, más convencional de lo que parece.

Lo mejor: La (significativa) elección de las celebraciones.

Lo peor: Que la estrategia narrativa se le acaba yendo de las manos al director.

La secuencia: La cena de Acción de Gracias.

En una palabra: Fallida

Valoración: 4 /10 **

Enlaces: Ficha / Website