Lo qué cuenta: El viaje físico y mental al corazón de las tinieblas de una pareja, en pleno proceso de ruptura y destrucción, buscando a su hijo muerto. Un periplo que se va haciendo cada vez más subjetivo, más onírico; donde el espacio material empieza transformarse en uno emocional, como si la locura que empieza a apoderarse de la protagonista influyera en el entorno físico.
Cómo lo cuenta: Con una excelente utilización de la capacidad expresiva del sonido, una puesta en escena muy física, una atmósfera misteriosa y desasosegante y un ritmo muy medido. Todo para llevar al espectador al final de ese descenso a los infiernos de la protagonista. Un viaje que parte de la esperanza, pasa por la obsesión y llega a la más absoluta locura.
Lo mejor: La utilización del sonido y la fisicidad de los planos.
Lo peor: Que por momentos cae en lo grotesco.
Momentazo: El principio. O como filmar un tsumani “sin verse” y que resulte tan perturbador.
En una palabra: Perturbadora
Valoración: 8 /10 ***
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