Sitges 2008: Transsiberian

Lo qué cuenta: El viaje en el Transiberiano de una pareja de estadounidenses le sirve al director para desarrollar una intriga de ecos hitchcockianos y recoger una cierta tendencia del cine de terror contemporáneo: el miedo, la (xeno)fobia a viajar al extranjero (Turistas), y en especial al “salvaje Este” (Hostel), como explicitan en un diálogo de la película. Los países de la Europa postcomunista se han convertido en un nuevo paisaje generador de pesadillas para los estadounidenses, un territorio hostil que el turista occidental no debería visitar so pena de acabar en manos de oscuras mafias y corruptos agentes del orden, sustitutos posmodernos de clásicos “monstruos del Este” como Drácula.

Cómo lo cuenta: Intriga de raigambre clásica que bebe mucho de Hitchcock, en especial de películas como Alarma en el expreso. Si bien Anderson demuestra buen pulso como narrador y cierta habilidad para manejar los mecanismos del suspense, creando secuencias muy bien resueltas, un guión muy poco sutil (de mcguffins demasiado toscos) y una irritante tendencia al subrayado (en forma de flashbacks recordatorios que tratan al espectador como si tuviera problemas de amnesia), hacen de Transsiberian un producto efectivo pero insustancial, una muestra más de ese cine de género transnacional que practica Filmax, demasiado correcto y pulcro como para denostarlo pero excesivamente prefabricado y anodino como para alabarlo.

Lo mejor: Las secuencias de suspense.

Lo peor: Los innecesarios subrayados.

Momentazo: Emily Mortimer (Jessie) intentando deshacerse de la droga.

En una palabra: Correcta.

Valoración: 6 /10 ***

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