
Cómo lo cuenta: Con un fabuloso sentido del ritmo y una ajustada puesta en escena, el director consigue que el espectador se identifique rápidamente con la pareja protagonista y que sufra con ellos el progresivo acoso sufrido por la pandilla de adolescentes. Una creciente sensación de inquietud, perfectamente medida, que termina con una explosión de violencia también bastante contenida y verosímil para lo que es habitual en el (sub)género.
Lo mejor: El gran desasosiego que transmite.
Lo peor: Su previsible determinismo.
Momentazo: La secuencia de la cabaña. Todo un ejemplo de cómo crear suspense.
En una palabra: Angustiosa
Valoración: 8 /10 ****
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